miércoles, 25 de marzo de 2015

Dónde está la suerte

¡Oh Señor! ¿Cómo es que las aves aprenden la dirección de su vuelo?
No hay sueño que caiga por su buen empeño. 
Dales el impulso del viento, y aprenderán mas no se perderán porque 
fluirán con la corriente.

¿Y la gente? ¿Hacia dónde va la gente?
Sólo impulsos gerentes; nada sugerente.
¿Cómo curar esta suerte?
No hay más suerte que vivir en la luz del presente.

Hermoso día aquel en el que te conocía.
Tocaste mi alma con tu palabrería;
¡Qué suerte la mía! Adiós melancolía.
Y mis días flotaron en aguas cristalinas
hacia tierras tremendamente vivas.  

lunes, 23 de marzo de 2015

De repente el espíritu en la mente

Sólo el buen juego de palabras se consigue cuando el espíritu se antecede a la mente. Tranquilamente, pausadamente, desvelándose las palabras que deben brotar del lápiz que se desliza sobre el papel sabiamente sin saber. De ahí nace la rima brillante. Juego de -"mente" y espíritu.

sábado, 21 de marzo de 2015

Entre los lazos del descalzo que mira

No hay luz que pague cuentas al viento del deshielo.
No hay más que miedo y un halo invisible de una constelación que,
ahí firme, mantiene al cielo en su sitio,
 custodiando el firmamento.

No es frío, es escalofrío
lo que se escucha en las ondas del movimiento.
Casi silbidos son
los que azotan a los oídos.
Viento torrencial se viene.

Rápido! Corre hacia el río.
Ahí, el reflejo en el agua proyectado.
Si miras, se pierde.
Si observas, ya se ha perdido. 
Todo cambia.
Si estás atento, sólo llevarte 
el efímero recuerdo del instante.
Ninguno hay como el de antes.

¿Para qué mirar si nada permanece y
los recuerdos se pierden
 entre el dulce sonido del agua?
Ni el agua suena igual.
Ni antes; ni ahora.

¿Qué pasará?
Esa no es la pregunta.
Sin embargo, te encontraste con el asombro que,
se llevó todos los escombros. Y a hombros de ligereza,
ver y recordar con viveza,
 la suerte de la naturaleza que,
ni a ti ni a mi nos pertenece.
Sólo se nace y si te encuentras con ella,
te dará días con regalices. Eso,
no se dice, pero ahí pende de
un lazo aquello que guarda tu regazo 
como un regalo que a ti;
a mi;
a ellos, 
se nos ha otorgado.

sábado, 14 de marzo de 2015

Matrioska

¿Qué tiene la poesía de especial? La lees y no te deja indiferente. Cuando las palabras de un poema son recitadas en voz alta, es como si cada palabra estuviese acariciando suavemente tu percepción. Escuchas cada palabra caminar con su propia cadencia; y una vez te metes en el mensaje, tus ojos lentamente parpadean magia. Sólo elegancia se combina con palabras que riman. Nunca se escatima en fantasía que inspire alegrías, tragedias o melancolías. La indiferencia aleja a la audiencia del sabor exquisito de la sutil belleza que las palabras guardan como un misterio encerrado en un baúl para las ocasiones especiales. No siempre se entienden los motivos ni los significados. Pero se sabe que el poeta no ha jugado al ahorcado; si no sus palabras hubieran perdido su vuelo dorado.

lunes, 2 de marzo de 2015

Necesario ser empático para hacer arte humanista


Las sociedades recurren a las cosmologías para dar sentido al universo que les rodea; tanto a nivel interior como exterior a las civilizaciones. El arte, la filosofía, la poesía, todas las ciencias que tratan de definir y dar explicación a la realidad, son empresas que desentrañan, en su estilo propio, la esencia de las cosas. Cuando aquello que se trata de definir (hallar la verdad) es indeterminado e intangible, se recurre a la poesía, filosofía o al arte. En cambio, cuando a aquello lo que se le quiere dar comprensión se quiere darle una definición concreta, clara, determinada, diferenciable, tangible, inteligible y distinta; se recurren a las ciencias de la vía física y no sensible, como lo son las matemáticas.

Desde un punto de vista espiritual, tanto en las filosofías orientales como en las leyes de la termodinámica, nos dicen que cada momento de vida es único. Nuestra existencia se debe a la energía que tomamos prestada de la Tierra. En el arte, el artista se dedica a capturar momentos únicos de energía y plasmarlo sobre el soporte en el que éste decida trabajar. Cuando se trata de retratar la realidad, si se quiere ser fiel con ella, es menester hacer unas labores previas que exigen cierta práctica, disciplina y rigurosidad. Es necesario, por tanto, practicar la observación, análisis, procesamiento y entrar en sintonía (empatizar), con aquello que tal artista tiene frente a sí mismo. En el caso de un pintor de paisaje, por ejemplo, su tarea ardua es la de captar la esencia de dicho paisaje. ¿Dónde está la esencia de un paisaje? Está más allá de lo visible, más allá de las transiciones meteorológicas. Está en lo sensible y sensorial.
Cuando el artista ha sabido captar la esencia de aquello que estaba representando, se dice que su obra tiene pathos: tiene emoción.

BIBLIOGRAFÍA

• RIFKIN, Jeremy. La civilización empática. Genía Sánchez Baberán y Vanesa Casanova. 1ª edición, 2010. Madrid, España. Ed. Paidós. Pág. 703. ISBN: 978-84-493-2356-0

• THOREAU, Henry David. Walden. Javier Alcoriza y Antonio Lastra. 1ª edición, 2005. Madrid, España. Ed. Catedra. Pág. 356. ISBN: 84-376-2212-3

Fragmentos de libros:

• JULLIEN, François. Presencia-ausencia. En: La gran imagen no tiene forma. Albert Galvany. 1ª edición, 2008. Barcelona, España. Ed. Alpha Decay. Pág 19-38. ISBN: 978-84-935863-9-3