martes, 22 de mayo de 2012

El verano, la vida, la brisa

La brisa de la playa que respiramos nos recicla nuestro propio aire. El sentir la arena suave, limpia, fresca y brillante de la orilla, despierta las ansias del baño del día. Cuando nos dejamos mecer por las olas de un mar en calma, todos queremos flotar sin contar ni un minuto más el discurrir del tiempo. Los días de mar agitado, son todo un reto para los surfistas; el viento alzándose, incita a lanzar a volar las cometas y salir a correr sintiendo solo el aire que viene con fuerza.
Si se puede aprende a nadar en todo tipo de aguas disfrutando de la intensidad de como se dan las olas, ¿por qué no se descubre?

viernes, 18 de mayo de 2012

¿Las palabras son solo palabras?

La magia que se desata en el aire, quedaba esparcida en un ambiente elevado a la fascinación. Era como si el mundo entero hubiese quedado flotando, moviéndose a cámara lenta...Un instante; "el instante", se multiplica convirtiendo los suspiros en éxtasis de energía revitalizante.

Cuando, al fin, el momento por sí solo, había consumido la esencia de su euforia. Fin; el mundo continúo su proceder. Todo había quedado en imagen y un recuerdo persistente; aún vivo, que podía reproducir la melodía de aquellas palabras pronunciadas.

martes, 8 de mayo de 2012

Reflexión sobre la Exposición de Giambattista Piranesi en Caixa Forum

Las artes de Piranesi

Piranesi, (Venecia, 1720 - Roma, 1778) arquitecto, arqueólogo, diseñador, ingeniero, anticuario, decorador y veduttista. A lo largo de su vida y trayectoria profesional, pasa por diversos empeños para salir adelante como gran profesional en los distintos ámbitos en los que se mueve.
Siempre quiso ser arquitecto, aunque en sus intentos, no logró ser aceptado en ninguna de las escuelas de estudios superiores de arquitectura dado que su formación previa sea cualificava de ser “demasiado artística”. No obstante, Piranesi no desistió en hacer realidad su sueño. Su fascinación, su fuerza de atracción por el mundo de las construcciones y su gran empeño, lograron que Piranesi, -a pesar de no haber llegado a formalizar estudios superiores de arquitecto-, llegase a ser considerado uno en toda regla.

Nacido en Venecia, cuando tiene la oportunidad de pasar un tiempo en Roma, la magia de la esencia de las construcciones antiguas romanas, lo atrapan. Construcciones colosales, perfectas, desde la estructura entera hasta el más ínfimo detalle de un pedrusco perteneciente a un templo.
Era ya gran dominante de la técnica del grabado, por lo que, se embarcaría en su proyecto de la revivificación del antiguo imperio romano. Son estampas que recrean detalladamente la vida de otros tiempos pretéritos, llenas de genio creativo y personalidad propia; invitan a sumergirse en mundos paradisíacos sublimes, donde las aventuras que ha imaginado el artista son las reinas de la emoción.
Se observan, asimismo, escapadas al valle del Nilo en un Egipto representado, envuelto de una atmósfera de gran vegetación tropical. Se erigen construcciones colosales proyectadas en un estado de ruina producto del paso de los siglos. Los personajes que se retratan quedan subordinados al poder de la grandeza de las edificaciones enormes, frente a minúsculos seres humanos reducidos en la escena.

Todo parece indicar que Piranesi poseía gran interés por las culturas clásicas y antiguas desde las egipcias hasta las etruscas. Quién sabe, es posible que gustase de vivir con la ilusión de viajar a lugares lejanos, de potencial carisma, donde todo parecía tener una historia en la que Piranesi parecía conocer y tener la capacidad de desvelar todo detalle.

El cuidado del diseño de las composiciones equilibradas y armónicas se pueden hacer muy sugerentes hacia el espectador. El juego de la buena correspondencia en el trazado de líneas que compone todo el dibujo, todo detalle, por pequeño que sea, se presenta perfectamente definido, cuidado y fruto de una imaginación desbordante y de inteligencia inusual en este artista-arquitecto.

Sus ideas fueron tomadas por excentricidades por sus conciudadanos contemporáneos. Sin embargo, lo que él no sabía es que fuesen a tener un fuerte  posterior impacto, influenciable, para posteriores artistas y escritores, protagonistas, de los movimientos artísticos del romanticismo y algunos directores de cine, buscadores de inspiración en alguna de sus historias, quizá melancólicas o de terror.